Tomé el teléfono y disqué el número que tenía en la agenda. Sonó y sonó, una y otra vez. Mientras esperaba
que pasara el tiempo, se me ocurrían tantas ideas que tuve que sacudir la
cabeza para que no se enredaran. De pronto, escuché una respuesta.
- ¿Hola?
-¿Lorenzo? ¿Qué hacés?- Dije y esperé a ver si me reconocía
- Gustavo, ¿qué hacés vos? Tanto tiempo… ¿En qué andás?
- Sí, cierto…Te estuve llamando – mentí - pero seguro estabas laburando ¿no? tengo una idea de un negocio que me han ofrecido y pensé que a lo mejor vos podías sumarte…participar, bah
- Sí, qué se yo…Puede ser, decime… ¿De qué se trata, qué idea tenés?
- No, por acá no, prefiero que nos veamos. ¿Podés esta tarde tipo 6? En La Giralda, el bar de Calle Corrientes. ¿Te parece?
- ¿Hola?
-¿Lorenzo? ¿Qué hacés?- Dije y esperé a ver si me reconocía
- Gustavo, ¿qué hacés vos? Tanto tiempo… ¿En qué andás?
- Sí, cierto…Te estuve llamando – mentí - pero seguro estabas laburando ¿no? tengo una idea de un negocio que me han ofrecido y pensé que a lo mejor vos podías sumarte…participar, bah
- Sí, qué se yo…Puede ser, decime… ¿De qué se trata, qué idea tenés?
- No, por acá no, prefiero que nos veamos. ¿Podés esta tarde tipo 6? En La Giralda, el bar de Calle Corrientes. ¿Te parece?
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